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ELIZABETH TAYLOR
UNOS OJOS QUE DIERON LUZ AL CINE
La intensidad de aquellos ojos violeta, a veces de transparente azul, con tonalidad de dioses del Olimpo, me hacen vagar por el bosque de las hadas en aquel sueño de la noche de verano, en un año del siglo xx, cuya fecha no quiero recordar.......Las vivencias del personaje de la obra de William Shakespeare eran mis vivencias, sus locuras.....mis fervientes anhelos, siempre a la espera de mi hada Titania, personaje de pesadillas, etérea metamorfosis de hembra que todo lo transforma.......Esto es lo que pensaba aquel jóven sentado a las sombras de un antiguo cine de Madrid, descubría la intensidad colorista mas perfecta que jamás haya percibido un ser humano.....Su cuerpo pequeño, de andares decididos, traslucían erotismo de fragancia parisina en sofisticado envoltorio expuesto a la vulgaridad del hombre......Su nombre sonaba como el aire cuando choca con el labio inferior en su huida hacia la civilización, ritual de su presencia, carrera obligatoria cuando se proyectaba cualquiera de las películas de una mujer, a la cual he venerado como algo celestial:
Eran los años 70, 80.....Dentro de mi joven cuerpo comenzaba mi admiración hacia nombres clásicos del cine y aquella incipiente gota de lluvia iría años mas tarde convirtiéndose en un autentico diluvio del que aún hoy me siento húmedo y feliz...lluvia que está compuesta por siglas con letras de oro viejo.....A ellos y a ellas descubrí, a todos admiré y seguiré haciéndolo mientras tenga un soplo de vida. Podría enumerar nombres, quien me conozca los sabe muy bien, también los que visitan mi Web, pero no es el momento......Es el instante en que éste maduro cinéfilo se va a dejar deslumbrar nuevamente por el intenso color violeta-azul, mientras me acompaño en mis correrías por la Web de la mano de Puck, en ese sueño..... ELIZABETH TAYLOR, es y será motivo de inspiración de poetas, escritores, escultores y pintores. Su nombre nos trae la mas bella melodía, es el momento de olvidarnos de todo, es momento de recordar, es la hora de adentrarnos en uno de los rostros mas perfectos jamás creado.
Nunca me dejo influenciar por una admiración enfermiza en mis tributos a personalidades del Séptimo Arte, tampoco porque sean punto referencial en mi vida particular, o porque tengan importancia mas o menos crucial en mi trayectoria como amante del cine, solo me dejo conducir por la belleza, por el arte es así y será mientras viva.....Elizabeth Taylor poseía estos magnos atributos para nuestro deleite. El vulgar consumidor de cine o el mismo devorador de cualquier tipo de film, para saciar su morboso y yermo estómago, suele decir siempre la siguiente frase, cuando en el rostro de un actor o actriz se refleja con crueldad el paso del tiempo:
- ¿Has visto como está ahora...?
Cuando oigo esta frase los cimientos de mi interior se dividen en partículas de fuego ... ¿Acaso cuando admiramos la obra de Velazquez, o el David de Miguel Angel, o el impresionismo de Goya, imaginamos como estarían estos maestros en la actualidad..?.. Dejemos al hambriento espectador con su agria digestión y alimentemos nuestra mente con el manjar de dioses, que es contemplar como la belleza siempre permanece en el recuerdo.
Cuando pensé en Elizabeth Taylor, inmediatamente pensé en escribir sobre ella, pero no en la forma que se ha hecho sobre la actriz a lo largo de sus 75 años de vida, porque nadie ha compuesto un relato ligeramente biográfico, saltando épocas, años y vivencias, de la forma en que yo quiero realizarlo. No es mi costumbre hacerlo así, quien siga mis artículos lo sabe, pero algo dentro me lo gritó y fuí analizando quizá mas a la mujer que se escondía tras los ojos mas bellos del mundo, que a la actriz publica. Pido disculpas por la forma, pero agradeceré en el fondo de mi corazón que, la licencia que me permito, os dé, como ha sucedido en mis otros escritos, en el centro del corazón y mis comentarios, anécdotas e historias, os traigan grandes momentos de interesante lectura. Venus era la diosa del amor y la belleza. A la perfección de su figura y la pureza de sus características, ella añadía un ademán inocente. En su dulce cara siempre tenía una sonrisa. Venus al igual que Afrodita no siempre fué amable. Cuando la gente la hacía enojar, ella no temía demostrar su cólera, porque podía lograr que los dioses se enamoraran de las personas y se sentía la reina del Olimpo, porque consiguió que los seres humanos amaran a los propios dioses. No podía escribir de forma distinta sobre la última reina de Hollywood y que me recuerda con su rostro y belleza lugares y momentos de mi vida, llenos de fascinación, y magia. Elizabeth Taylor es ese rostro que nos abre las puertas del Séptimo Arte y nos va enseñando uno a uno todos los colores de los que está compuesto el arco iris. Creo que si no existiese esta actriz, el cine tendría que inventarla para gloria y disfrute de esos seres que miramos el Olimpo, dejándonos embelesar por la luz del crepúsculo. Abarcar un nombre en la industria del cine y llevar títulos claves de la cinematografía, nombres que no son fácil de olvidar e ir recordándolos día a día, como un maná, solo los privilegiados de este arte tienen el poder de trasmitirlo y Elizabeth Taylor es uno de los mas importantes y se me llenan los ojos de admiración, el corazón palpita y retrocedo en el tiempo con prisa para poder verme sentado en aquellos cines de mi juventud y sentir el calor que desprendía la figura celestial de un rostro que bajó un día del Olimpo, como Norma Desmond....
Quiero detallar una etapa trascendental en la vida de Elizabeth, que fueron muchas, pero creo que ésta fué de las mas importantes y la que destapó la caja de los truenos y en donde pudimos saber, no exentos de una gran preocupación, de la enfermedad que invadía a esta bella actriz y sus adicciones a las drogas. Fué una etapa difícil para Liz, y sus amigos se sentían incapaces de aliviar sus sufrimientos emocionales y físicos. Tenía una notable dependencia de todo tipo de drogas y su aspecto físico antes de comenzar un duro tratamiento era la sombra de esa belleza que cautivaba a un mundo que desconocía su situación. Creo de interés relatar como fué y me siento también en la obligación de hacerlo, ante la trascendencia de componer con claridad en todos los campos que me sea posible, el puzzle de mi articulo sobre Elizabeth Taylor. Cuando fué internada en el Hospital Betty Ford Center, tenía 51 años y tomó la decisión de someterse al tratamiento debido a una presunta obstrucción intestinal. Sus familiares y sobre todo Roddy McDowall, le animaron a hacerlo.
"Tras asegurarme que me querían, dijeron que mi conducta les afectaba profundamente y temían que me matara. Les escuché en silencio, recuerdo que sus palabras me impactaron. No podía creer en lo que me había convertido. Al final, me anunciaron mi plaza en el Hospital y su deseo de que me sometiera al tratamiento......."También dijo"....
"Aquí solo quieren compartir lo que estas pasando y ayudarte. Probablemente es la primera vez desde que tenía nueve años en que pretenden aprovechare de mi. Sufro un fuerte síndrome de abstinencia. El corazón me late tan desbocado que temo que vaya a estallar. Noto la sangre fluyendo como un torrente de agua roja sobre las piedras, la noto en mi dolorido pecho, el cuello y los hombros, golpeándome los tímpanos y las sienes. Estoy agotada....Me llamo Elizabeth Taylor y soy adicta a los fármacos, las drogas y el alcohol....."
Posteriormente declaró que había sido la frase mas difícil que había tenido que pronunciar en su vida. La verdad sobre la dependencia de Liz al respecto sobre el alcohol no se supo hasta 1990, cuando lo investigó John K.Van de Kamp, fiscal general de California. Las vidas de muchos actores está sometida a una dura presión, pasan de ser anónimos a figuras trascendentales y están en el ojo del huracán constantemente. Liz no podía ser menos, y todo lo que tocaba, hacia o le rodeaba era materia de enorme interés para todo los amantes del cine, sus mitos y leyendas. Ella estaba sumergida desde niña en este pozo de la fama, y siguió así el resto de su vida. Los fracasos matrimoniales, las operaciones a vida o muerte, la carencia de un amor estable que nunca encontró, salvo con Mike Todd, la llevó a sostener sus columnas a base de drogas y alcohol, de las que unas veces salía victoriosa y otras, era victima de una dependencia que compartía con muchos de sus compañeros, en especial con Montgomery Clift, con el que le unía una amistad desde que ambos trabajaron en UN LUGAR EN EL SOL. Aquel esplendido melodrama les convirtió en amigos señalados por la prensa, especulándose con una posible boda, cuando ésta era totalmente imposible debido a la homosexualidad del actor, condición que Liz sabía y supo siempre y en donde Monty encontraba, junto con Marlon Brando, un techo donde resguardarse de una inclinación que no terminaba de asumir. Con Monty rodó también dos películas mas: El árbol de la vida y De repente el ultimo verano. Fueron experiencias difíciles para ambos actores, ya que ella antes de incorporarse al rodaje, estuvo dos años sin ponerse ante una cámara debido a problemas de salud y Monty sufrió un largo internamiento en una clínica por culpa de las drogas, haciendo que el rodaje se retrasase. Creo que este film, un tanto olvidado por la critica y los medios de comunicación merece que yo lo deje en el lugar que debe estar, ya que dentro de él se comenzaba a apreciar el brillo de una actriz con talento, mas que una simple belleza y reúne muchas condicionantes para ser considerado un film notable, sin alcanzar la categoría de LO QUE EL VIENTO SE LLEVO, en donde la condición humana de unos personajes bien dibujados, puede ser una amplia antesala para todos los personajes femeninos que Liz interpretaría en el futuro y por el que estuvo nominada por primera vez al oscar.
Considerada por Charles Chaplin como lo mejor que había salido de Hollywood, perteneciente a la escuela del Actors Studio y que poseía los registros necesarios que su papel exigía. Era sin la menor duda, un autentico reparto de lujo acompañado por actores secundarios que mas tarde serían nombres consagrados.... Todos iban a participar en esta película, una nueva reconstrucción histórica de la guerra civil, pero en esta ocasión y para compensar la diferencia con la novela de Margaret Mitchell, vista desde el bando del norte. En esta ocasión Elizabeth Taylor fué la que convenció a Monty para aceptar el papel, abandonado el retiro en el que se hallaba inmerso, durante los dos años y medio anteriores, sin haber protagonizado ningún papel, apartado del mundo del cine, papel que le supuso su retorno, y sin lugar a dudas uno de sus mayores éxitos. La historia es un clásico triangulo amoroso, el papel que representa Monty es el de un joven idealista, en los momentos previos a la guerra civil, el de Liz una rica heredara del sur, y Eva Maria Saint es la novia de toda la vida. Al final con una maniobra maestra, Liz se queda embarazada obligando al joven, a asumir su responsabilidad, casándose con ella." El árbol de la vida, no deja de ser una aproximación al hecho histórico de la guerra civil, una película que rechaza las guerras por la barbarie que llevan en su interior, y que cuenta como elemento singular con dos interpretes de lo mas atractivo de la cinematografía de aquellos años. Fué una de esas grandes producciones en las que los estudios no se andaban mirando el presupuesto, para cuya realización se disponía de todos los medios económicos. Es un film por el cual yo tengo un cariño especial, tal vez fuera la enorme belleza de Liz, la dulzura de Eva Maria Saint, la lograda ambientación me recordaba constantemente a LO QUE EL VIENTO SE LLEVO, y que yo quizá en algún momento esperaba ver aparecer a mis héroes favoritos salir a escena y formar todos un conjunto total que eclipsaría al mismo sol. La película es visualmente perfecta y rezuma ese aire que a mi personalmente me atrae por su color, su olor, me trasporta a esos lugares en los que vagamos los cinéfilos, buscando personajes que nos masturben, apretando contra nuestro pecho la fuerza que desprende el propio cine. Siempre tendré un grato recuerdo para EL ÁRBOL DE LA VIDA, comprendo y sé de sobra que en la filmografía de la actriz existen títulos mucho mas representativos que este, pero en mi caso la mezcla del film, con mi persona y un tiempo que viví, son pasajes para que me haya embarcado en escribir sobre esta obra que recomiendo ver con los ojos bien abiertos, el corazón dispuesto y ese sudor que nos recuerda que los dioses existan, y que nosotros solo somos simples humanos.
Montgomery Clift dijo:
"No soy ni un joven rebelde ni un viejo rebelde, ni siquiera un rebelde cansado, sino simplemente un actor que trata de hacer su trabajo con el máximo de convicción y sinceridad. Teniendo a Liz conmigo, a mi lado, el trabajo se transforma en un placer y yo siempre seré un enamorado de los placeres".
Esta sencilla frase recoge la profesionalidad y el sentimiento del actor se enfrentó y que fué su lema durante toda su vida, llevando al cine grandes personajes, trabajó junto a los mas prestigiosos directores, dejando tras de si una huella no solo de sensibilidad, sino de exquisita delicadeza a la hora de profundizar los hombres que represento, ya fuera un sacerdote atormentado, atado por un secreto que le ha sido revelado en confesión o un joven idealista que ha de dejar de lado al amor de su vida por cumplir con su deber, o la que seria su ultima aparición en el cine; "Vidas Rebeldes". Un actor que sabia imprimir a sus actuaciones un toque de realidad y vida, junto a él, en esta ocasión su mejor amiga; Elizabeth Taylor. Algo irrepetible, digno de visionar y un regalo para todo buen aficionado al cine. Sobre su primer matrimonio con Nicky Hilton se han derramado ríos de tinta, pero no siempre lo que se dijo fué cierto. Quizá Liz se deslumbró del poder de la familia, pero lo que desconocía la actriz era que su esposo era toxicómano y alcohólico. Datos que me hacen pensar que fué Nicky el que le ofreció la puerta del infierno en forma de polvo blanco a una jovencísima mujer. Según los marqueses Henri y Emmita de la Falaise, en cuya mansión el matrimonio Hilton estuvo hospedado cuando fueron a Paris, dijeron:
"Nicky apenas prestó atención a su esposa, como si esta le importara un comino. Los periódicos franceses publicaron varios artículos idealizando su unión, porque ellos daban la impresión de estar enamorados. Todo parecía como un matrimonio de conveniencia; la belleza y popularidad de ella a cambio de la inmensa fortuna de los Hilton. Elizabeth era una joven muy amable y encantadora, pero de escasa personalidad. De no ser por su belleza no habría encandilado a nadie. Años mas tarde nos encontramos con ella en una fiesta organizada por los Rothschilds. La notamos cambiada, con mas temperamento. Se había convertido en uno de esos monstruos sagrados americanos, tipo Bette Davis o Katharine Hepburn."
Los recuerdos que tengo sobre Elizabeth Taylor abarcan muchos años de mi vida, es como Marilyn Monroe, Marlon Brando, Vivien Leigh o Laurence Olivier, son nombres que van cosidos como una segunda piel sobre mi cuerpo y a veces recordarles forman uno de los mayores placeres de mi existencia. Yo a veces les denomino mis columnas del Olimpo, mis entrañables amigos, esos nombres mudos, cuya transparencia es tangible porque los toco, los huelo y a veces son mi compañía. Letras que componen mi historia intransferible de un hombre que vive para y por el cine y que alimenta su intelecto con el color de unos ojos, el tono de un pelo, la sonrisa inolvidable de un actor o la grandeza de una época que siempre permanecerá viva. El arte nunca muere y ellos escribieron con letras de oro sus paginas , donde aún se proyectan ráfagas y secuencias que son tan mías como lo fueron en su día de ellos mismos. Liz forma parte de este puzzle personal, ella guarda muchos años, muchas búsquedas y muchos encuentros, caminando en soledad por los laberintos de la vida. Para mi es un placer escribir sobre cualquier tema que desemboque en el mar del celuloide y esta es una de esas ocasiones, porque entre las olas de mi mar particular, una sirena me espera, aleteando su brillante cola y dejando que el viento juegue con la intensidad de un pelo inmensamente negro.
Se completó el histórico reparto de GIGANTE. que daría vida a una de las mejores películas de aquellos años y que aún, en pleno siglo XXI, está considerada una maquinaria cinematográfica que funciona como una obra maestra. Existen muchas anécdotas y comentarios sobre este film, ya escribí un articulo en mi website sobre la película de George Stevens, solo podría añadir que aquel trabajo le supuso, tanto a Liz, como a Rock y a James Dean, la consagración definitiva al crepúsculo de los dioses y una amistad que Rock conservó hasta el final de sus días, cuando falleció victima del Sida y que hizo que Elizabeth creara la Fundación de Servicios contra el Sida, de la que es Presidenta. Sobre las relaciones de los tres actores se han vertido muchos comentarios: la homosexualidad de Rock y Dean, los caprichos y exigencias de Liz, el calor insoportable que tuvieron que aguantar, la falta de consideración del director hacia muchos de los actores secundarios, las borracheras de Rock y Liz a base de crema de chocolate y vodka......Y para colmo, cuando el film estaba a punto de finalizar, la muerte en accidente de coche de James Dean, noticia que traumatizó a todos y de la que aún se habla.
La belleza de Liz en aquellos años era insultante, nadie salía decepcionado cuando la veía por vez primera, ni cuando enviudó de Mike Tood, el dolor consiguió transformar sus rasgos. Era una de las mujeres mas fotografiadas del mundo y ya era también la candidata oficial para otra película polémica, que le ayudó a superar la muerte de su tercer marido y demostrarnos a todos que era la perfecta Maggie de esa descomunal obra teatral de Tennessee Williams, que Richard Brooks iba a llevar al cine con el titulo de LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC. Los tiempos en que se hicieron estas películas que menciono son los mejores años de esplendor de un cine que solo Hollywood podía crear. La fabrica de sueños estaba en total ebullición y en su caldera los hombres y mujeres que mas han hecho y mas hacen soñar, danzaban al calor de los films que salían en sus bandejas de plata. Lógicamente Liz era reina de tan mágico menú. Siempre estuvo supeditada a los fármacos, no podía ir sin ellos, se cuentan mas de treinta los que la actriz tomaba al día, cantidad que se fué incrementando conforme pasaba el tiempo y cambiaba de compañero. En una ocasión la actriz confesó que los necesitaba tanto como el amor, y no comprendía la existencia sin el sentimiento mas hermoso de la creación. Tras su inestabilidad emocional en la época que rodó LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC, la vida de la actriz cobro un rumbo totalmente diferente, rodando LA MUJER MARCADA, por la que consiguió su primer oscar a la mejor actriz, de enamoró del cantante Eddie Fisher, destruyendo el hogar de su intima amiga Debbie Reynolds, pasando a escribir una de las etapas mas escandalosas y que mas tinta vertió en toda la prensa mundial, a la que se añadió el anuncio de que iba a interpretar a la Reina mas famosa de la historia, cobrando la cantidad mas elevada que se había pagado nunca a una actriz: CLEOPATRA. Si buscamos en cualquier documento de la época, en los libros que se han escrito y en los artículos de prensa, como comentarios de personalidades del cine que convivieron con ELIZABETH durante la etapa de CLEOPATRA, nos encontramos con un cúmulo de problemas de todo tipo y a los que yo me referí en el articulo que escribí sobre el film, y que está en mi web. No voy a insistir sobre ello, porque me parece fuera de lugar repetir los retrasos de la actriz, su operación a vida o muerte, los aplazamientos de mas de seis meses, los cambios de vestuario, los actores que iban a interpretar a Julio Cesar y Marco Antonio, porque ello es sabido, como que en principio Joseph L. Mankiewicz quería hacer dos films, en lugar de uno. La mayoría de los cinéfilos del mundo lo saben y los que lo desconozcan les recomiendo que entre en mi web, para comprender lo que cuesta levantar un espectáculo único en su genero y como se elabora una obra maestra del cine, al tiempo que es una lección de historia....
Durante Marzo de 1958, Truman Capote invitó a Liz a cenar, junto con unos amigos, entre los que se encontraban Marlon Brando, Montgomery Clift y Rock Hudson... Días mas tarde Elizabeth le devolvió la invitación, en su casa de Connecticut. Según fuentes dignas de todo crédito, la reunión que mantuvieron duró dos días. Liz fué la única mujer que estaba y a ellos se añadió un incondicional de la actriz; Roddy McDowall. A Elizabeth le gustaba reunir a sus mas queridos amigos y estoy completamente seguro que aquellas horas, en su lujosa mansión de Connecticut, lejos de las cámaras de prensa, de los focos de los estudios, y las presiones a la que era sometida, pagando su tributo a la celebridad, la madre coraje que llevaba dentro, vivió uno de esos momentos felices, instantes a los que solo tenían acceso en su corazón seres que en cierta manera sufrían la carga de una excesiva sensibilidad y que eran sus protegidos. Truman Capote que no conocía a Liz hasta ese momento, hablo así a la prensa mas tarde:
"Debo reconocer que admiro a Liz. Es una de las personas mas incomprensibles y subestimadas de nuestro tiempo. Posee un gran sentido del humor y es extraordinariamente leal; es muy inteligente, una lectora voraz, no conoce el miedo, es valiente, adora los animales y a los niños, pero también es gran aficionada a soltar palabrotas. En un momento se refirió a cierto ejecutivo de la Metro como un "mierdahijodeputamamónmaricón", palabra difícil de encontrar en el diccionario. Creo que le gusta rodearse de hombres de tendencia homosexual. Casi todos sus amigos lo éramos, eso me demuestra también su exquisito gusto en elegir con quien compartir los maravillosos momentos que proporciona la amistad. No he conocido a nadie con sus cualidades. La adoraré siempre."
Cuando me pongo a buscar datos sobre los personajes de los cuales escribo, siempre y a pesar de saber bastante sobre ellos, me tropiezo con piedras que obstaculizan la trayectoria que yo me planteaba al comienzo y me rindo ante la evidencia de que en ocasiones uno piensa que no se nada de ellos. Este es el caso de Elizabeth, en la época anterior a su relación con Richard Burton y al polémico rodaje de la película CLEOPATRA, que sin duda alguna dió un giro de 180 grados a su carrera de actriz. Hay personajes que han pasado por su vida, como Max Lerner, algún político influyente o el mafioso Sinatra, con el que también mantuvo relaciones, y me resulta curioso, porque al cabo de los años, pensaba que tenía dibujado perfectamente en mi cerebro la vida y la trayectoria profesional de Liz y en cambio alimento mas mis conocimientos al ir tropezándome con estas piedras que salen en mi camino. Escribir sobre una actriz tan importante como ella, te abre mas puertas y ventanas que ningún otro personaje y vas completando su verdadera vida.
Elizabeth y Burton se divorciaron y volvieron a casarse, se insultaban y hacían el amor hasta caer sobre sus propias fuerzas, se embriagaban de alcohol hasta olvidarse del mundo y eran capaces de empezar de nuevo otra vez. No se toleraban estar juntos y cuando se separaban, el mundo era el espacio mas amargo de sus existencias. Si ella se vestía de verde esmeralda, él sucumbía de placer y se cubría de un negro absoluto. Compartieron secretos, finanzas, colecciones de las joyas mas caras de la historia y se contemplaban con los despojos mas inhumanos que pudieran vestir. Si él marchaba lejos a rodar, ella le seguía como una esclava tras sus huellas, y dejaba florecer la envidia y los celos mas recalcitrantes que una mujer pueda sentir por un hombres. Liz y Burton marcaron historia en el cine, y en la relación de las parejas mas sobresalientes y perseguidas por la prensa. Tuvieron a sus pies Monarcas, Jefes de Estado. Reyes y las mas grandes fortunas de Europa disputaron su presencia, pero ellos seguían su batalla interior y destrozándose mutuamente, empapándose de alcohol y drogas. Una mañana, en Suiza, con la vista cubierta de nieve, el matrimonio partió por caminos diferentes. Se dice que Burton, a pesar de volverse a casar, no soportaba a Liz en brazos de otros maridos, no coordinaba sus sentimientos, olvidaba los guiones, los manchaba de burbon y caía desfallecido. También se dijo que cuando murió, pidió ser enterrado en el mismo lugar en donde sus vidas se disolvieron y también he leído hace muy poco tiempo que Elizabeth tiene escrito que cuando fallezca quiere ser enterrada al lado del hombre que mas amó, en Suiza, con los valles y montañas cubiertas de nieve. Tal vez de esa forma recuerde la hermosísima secuencia de la película que los unió, cuando la Reina del Nilo hace subir a sus aposentos el cuerpo sin vida de Marco Antonio y ordena que la preparen para seguirle en tan largo viaje. Esta claro que en la vida de Elizabeth Taylor existieron muchos hombres, cientos de amantes. Si Mike Tood le dió seguridad y calor, la libertad, el frío, el odio, la lujuria, el fuego y el amor salieron de las manos del hombre que mas quiso y que yace en la ladera de un monte, bajo una simple tumba con la mano extendida hacia la mujer que algún día compartirá el sitio con él.
En Agosto de 1983, un año después de la muerte de Burton, otro querido amigo de Elizabeth, Rock Hudson fué hospitalizado aquejado de Sida. La ultima vez que ella trabajo con él fue en EL ESPEJO ROTO. Al enterarse de la noticia, Liz se apresuro a visitarlo. Aunque en aquella época no todos los médicos descartaban que el Sida pudiese contagiarse por medio del simple contacto, la estrella no tuvo reparos en abrazar y besar a Hudson, quien presentaba un aspecto muy desmejorado. En Septiembre de 1985, un mes antes de que Rock falleciera el 2 de Octubre, anunció la formación de una Organización destinada a apoyar la causa de los enfermos de Sida. Dicho organismo se convirtió en La Fundación Americana para la Investigación del Sida (AmFAR). Algunos opinaban que aunque Liz apoyara la causa del Sida, ello no tenía importancia y se equivocaban totalmente, la actriz estaba volcada de pleno en la lucha contra la enfermedad.
Pocas personas han llevado una vida tan variada y polémica, sin perder en ningún momento el interés del publico. Aún hoy en día, en pleno siglo XXI su figura es motivo de noticia siempre que aparece en algún acto, postrada en su silla de ruedas, y conservando ese aura que solo poseen los seres tocados por los Dioses. Sus ojos siguen siendo los mas bellos jamás creados, su sonrisa cautiva al igual que sus gestos de gran dama y la leyenda la envuelve como si fuera parte de si misma. Creo sin lugar a equivocarme que Elizabeth Taylor ha sido y es una figura mas que representativa de la belleza y la realeza del cine. Presencias como ella solo son creadas para el gozo, el deleite y el amor, a pesar de la oscuridad que movió muchos de los actos que como cualquier otro ser humano cometió.
EL 23 de Marzo de 2011 fue un día triste para todos..... se nos empañan los ojos y el sudor corre por nuestras manos.....:
!!LIZ HA MUERTO!!....
Siempre pensé que esto no podría llegar nunca, creí que desde el lugar donde moran los dioses, la muerte no existe....y desgraciadamente no es así. Nos ha dejado LA ULTIMA REINA DE HOLLYWOOD, pero quedará cosida a nuestro corazón para toda la eternidad, su recuerdo es imborrable....
Se nos fué y se llevó parte de nosotros....
DESCANSA EN PAZ QUERIDA NIÑA