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ERROL FLYNN

EL CUERPO Y LA LUJURIA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La tortuosa vida de Errol Flynn: alcoholismo, lujuria, orgías, violaciones, exhibicionismo...El actor vivió al límite y murió joven, pero dejó para el recuerdo maravillosas películas de aventuras como 'El capitán Blood', 'Robin de los bosques' o 'Murieron con las botas puestas' Aventurero dentro y fuera de la pantalla, Errol se dedicó a buscar oro y perlas, fue minero y recolector de cocos, boxeó en las Olimpiadas de 1928 y acabó en Hollywood convertido en el capitán Blood, en Robin de los bosques, en el general Custer y en otros muchos de esos personajes que hicieron que niños (y mayores) de todo el mundo se enamorasen del cine para siempre. La vida de Flynn fue tan corta como tortuosa, pero el actor dejó al mundo una herencia de hazañas, peripecias y fantasía eternas. Flynn llegó a Hollywood después de vivir mil aventuras en la vida real, no soñaba con ser actor, no era un amante del cine, pero contaba con una magnífica sonrisa, un elegante bigote y un cuerpo esbelto, todo lo necesario para ser el nuevo héroe de la gran pantalla. Solo hizo falta una película para que el público apreciase y aplaudiese esas cualidades. En El capitán Blood...Flynn era un médico de los tiempos de Jacobo I injustamente encarcelado en las Indias Occidentales que lograba escapar para convertirse en un temido pirata. "Triunfo completo de Warner Bros, del famoso novelista Sabatini y de cuantos de algún modo han intervenido en esta hermosísima creación, hecha para todos los públicos, ya que para apreciar un drama como este solo se necesita tener hirviente sangre en las venas y un corazón que palpite pleno de apasionamiento", señalaba la crítica publicada por La Vanguardia en 1936. Además de éxito y fama, la película le hizo a Flynn otro regalo, Olivia de Havilland...Fueron la pareja del cine de aventuras por excelencia. Compartieron cartel en ocho filmes para invitar a los espectadores a dejar volar su imaginación entre duelos de espadachines, balas de cañón, malvados al ataque y damiselas en apuros. En La carga de la Brigada Ligera, era un oficial británico destinado en la India que se veía envuelto en la Guerra de Crimea, al tiempo que competía con su hermano por el amor de Olivia.

 

 

 

 

 

 

 

Robin de Locksley se refugiaba en el bosque de Sherwood a su vuelta de las cruzadas para combatir al malvado Juan sin Tierra y para robar a los ricos y dárselo a los pobres en la inolvidable Robin de los bosques. Nunca hubo un Robin Hood como Flynn ni una lady Marian más dulce que De Havilland y el público supo apreciarlo.  Los espectadores aplaudieron también Murieron con las botas puestas (Raoul Walsh, 1941) transformado en el general Custer luchando contra los indios de Caballo Loco en la batalla de Little Big Horn y enamorado, cómo no, de De Havilland. Los éxitos de Flynn se sucedían en la gran pantalla, mientras su vida real era más que disipada, algo que el actor, a diferencia de otras estrellas de la época, nunca ocultó. En sus memorias, publicadas a finales de los 50, relató que era aficionado a las drogas duras, cocaína y opio, y gran bebedor. Reconoció también su adicción al sexo y no negó su participación en orgías, con hombres y mujeres y su tendencia al exhibicionismo. Era un enfermo sexual de gran potencia, y presumía de tener el miembro mas deseado por todos..

 

Flynn vivió un momento más que delicado en 1940 durante el rodaje de Gentleman Jim, cuando dos menores, le acusaron de "violación": "Una de ellas aseguraba que la había violado en tierra, el otro decía que en el mar", según cuenta Kenneth Anger en Holywood Babilonia. Hubo juicio y muchos titulares que podía haber puesto fin a la carrera del actor, pero Flynn tuvo suerte y un jurado compuesto en su mayoría de mujeres le absolvió. Antes de ser carne de titulares de la prensa sensacionalista, Flynn había dejado asomar sus dotes para la interpretación en La vida privada de Elizabeth y Essex (Michael Curtiz, 1939) donde daba vida al apuesto conde de Essex enamorado de una ya madura reina Isabel I recreada por Bette Davis. El filme sirvió para incrementar la popularidad y el prestigio de Flynn  y también para que se creara una enemistad  con Davis que duró toda la vida. 

 

 

 

 

 

Las memorias del actor, que se publican ahora en España, revelan la pasión por mujeres y hombres de un mito de Hollywood.

 

 

Amante de la aventura dentro y fuera de la pantalla, Errol Leslie Thomson Flynn que nació el 20 de junio de 1909 en Hobart, Tasmania (Australia), en el seno de una pudiente familia .El pequeño Errol se distinguió por su poca capacidad de disciplina y así fue expulsado de todos los colegios australianos a los que acudió. Lo mismo sucedió en Gran Bretaña, país en el que residió también junto su familia. Errol-flynn encontró en su adolescencia trabajo como secretario de correo marítimo en su país natal pero poco después decidió dedicarse a recorrer mundo en busca de oro. Para llevar esa vida bohemia, Flynn tuvo que ejercer innumerables profesiones, entre ellas pescador, chapero, supervisor de una plantación de tabaco en Nueva Guinea, boxeador y capador de reses. Su porte atlético llamó la atención de un productor y le llevó a aparecer en la película australiana “In The Wake Of The Bounty”.Este trabajo agradó tanto al intrépido Errol que decidió mejorar su capacidad interpretativa y se enroló en la compañía británica Northampton Repertory. Poco después llegó a las costas californianas al ser contratado por los estudios Warner en el año 1935...Su primera película americana fue “Capitán Blood”, film de piratas basado en una novela de Rafael Sabatini que marcó el comienzo de una carrera llena de éxitos dentro del campo aventurero. En este film, en el que apareció al sustituir a última hora a Robert Donal, colaboró con dos de sus habituales compañeros en los sets cinematográficos: su intimo amigo Michael Curtiz y la actriz Olivia de Havilland.

 

 

 

 

De este modo se levantaron muchas críticas y habladurías en su contra, principalmente tras su muerte: que era pro-nazi y había mantenido escarceos homosexuales con sus amigos Tyrone Power, Truman Capote, Cary Grant, Rock Hudson, etc.etc.etc..... En cuanto a la acusación de fascismo, es un bulo enteramente falso. Incluso apoyó a la República Española durante la Guerra Civil y a Fidel Castro, al que consideraba su amigo, dirigiendo documentales a favor de la Revolución cubana. Sí es cierto que en los años treinta Errol Flynn se hizo intimo amigo de Hermann Erben, un médico austriaco que trabajaba para la Abwehr, algo que él desconocía. Fue en la compañía de este turbio personaje cuando Errol Flynn tuvo sus más lujuriosas aventuras.

 

 

 

 

 

 

 

 

Flynn contrajo matrimonio por primera vez en junio de 1935 con la actriz bisexual Lili Damita (protagonista de “Esta Es La Noche”, el debut cinematográfico de Cary Grant) con la que tuvo a su malogrado hijo Sean, posteriormente actor sin fortuna y fotógrafo. El enlace duró hasta 1942. Mientras tanto, su carrera cinematográfica iba haciendo de Errol Flynn el héroe aventurero por excelencia, buen heredero de uno de los intérpretes míticos del cine mudo, Douglas Fairbanks. En los años 30 brilló en títulos como “La Carga De La Brigada Ligera”  “Robin De Los Bosques” (1938), clásico de aventuras de Michael Curtiz y William Keighley,  “Las Hermanas” (1938), drama de Anatole Litvak con Bette Davis, “La Vida Privada De Elizabeth y Essex” (1939) y el western “Dodge, Ciudad Sin Ley” (1939), estas últimas películas dirigidas de nuevo por su amante y amigo Curtiz.

 

Si en la pantalla grande Flynn era todo un galán, fuera de ella su personalidad era mucho más arrogante y atormentada. Amigo de las broncas, su afición máxima además de la bebida era el sexo  y las juergas en donde, se dice, llegaba a interpretar el piano con sus partes nobles. En cuanto al alcohol, Errol llegó a inyectar vodka en naranjas para consumirlo en el plató sin que pudieran recriminarle su adicción. Por lo que respecta al sexo, fueron famosos sus constantes amoríos y sus juicios por violaciones, siendo el más célebre el llevado a cabo en 1942 No pudo asistir a la Segunda Guerra Mundial debido a problemas de salud y continuó su triunfal carrera cinematográfica (ni siquiera los escándalos podían con su imagen de héroe e ídolo ).

 

En el año 1943 se casó con Nora Eddington...Ese mismo año de la producción dirigida por Sherman se divorciaron. Con Nora el actor australiano tuvo dos hijas llamadas Deirdre y Rory. Aunque Errol Flynn era un hombre joven, sus adicciones al alcohol y a las drogas le habían hecho envejecer a un ritmo mucho más acelerado que a una persona normal. No cabe la menor duda de que su vida llena de excesos fue haciendo mella en su aspecto. En los años 50 su memoria flaqueaba y parecía cansado, lo mismo que su carrera. Tras algunas películas de poco éxito, entre las que destacan “Kim De La India” (1950), aventuras con raíz en Rudyard Kipling dirigidas por Victor Saville, la historia de piratas “La Isla De Los Corsarios” (1952), film con el acompañamiento de Maureen O’Hara, o la subestimada cinta de aventuras de William Keighley “El Señor De Balantry” (1953), película basada en un texto de Robert Louis Stevenson, Errol abandonó Hollywood para probar fortuna en varias producciones europeas que no encontraron demasiado eco popular. Solución para afrontar este declive profesional y físico: irse a recorrer mundo con su velero “Zaca” (utilizado por su amigo Orson Welles para “La Dama De Shanghai”).Después de un largo periplo marítimo, Errol Flynn lo intentó de nuevo en Hollywood consiguiendo excelentes críticas con registros más dramáticos.

 

 

 

 

 

Flynn  había protagonizado también la adaptación literaria de la novela de Mark Twain El príncipe y el mendigo en la que el hijo del Rey se intercambia por un humilde chico con el que guarda un gran parecido. Y había vuelto a caer en brazos de De Havilland repetidamente en cintas como Dodge, ciudad sin ley  o Camino de Santa Fe. También destacó en El halcón del mar (Michael Curtiz, 1940), otra de piratas donde Flynn era un valiente corsario inglés que volvía locos a los mandatarios de las colonias españolas. Pero a mediados de los 40, tras el juicio por violación y a pesar de la absolución, la estrella de Flynn empezó a apagarse. Trabajó en varias películas, pero solo recuperó el éxito en taquilla con Objetivo Birmania, un filme bélico ambientado en la Segunda Guerra Mundial donde capitaneaba entre la jungla birmana a un grupo de soldados americanos cuya misión era destruir unas instalaciones japonesas. Errol nunca dejó de vivir aventuras, aunque no tan novelescas como las de su juventud. Estuvo en España en 1937 para apoyar al bando republicano durante la Guerra Civil y escribir una crónica sobre la contienda. Fue a la Cuba de Batista para unirse a las tropas revolucionarias de Fidel Castro. Y nunca dejó de surcar los mares con sus amados veleros. Pero en los 50 ya quedaba muy poco de esa magnifica sonrisa que le había encumbrado a la fama, su cuerpo había perdido la esbeltez de antaño y ya ni siquiera su bigote era ya elegante. El alcohol había destruido al apuesto aventurero. "Auténtica esponja de whisky, a Errol Flynn ya no le dan trabajo en casi ninguna parte. Ha perdido casi toda su memoria y puede aprender muy pocos papeles", contaba una crónica publicada en 1958 en La Vanguardia, que recogía también una cruel anécdota protagonizada por John Houston: "Houston, buen amigo de Flynn, le dio el año pasado un curioso papel -de segunda fila, no obstante- en Las raíces del cielo, donde debía interpretar a un oficial inglés que rueda por África siempre borracho para olvidar su mal comportamiento en la guerra frente a los japoneses. Houston le dijo: 'Un papel que podrás interpretar sin necesidad de dejar en reposo la botella de whisky".

 

Los problemas de Flynn no eran solo físicos, el actor estaba arruinado económicamente, en parte por la exigencias monetarias de una de sus ex esposas, Lili Damita, y en parte por su disipado ritmo de vida. En 1959 viajó a Vancouver para vender su barco y sacar algún dinero, pero al llegar a Canadá empezó a sentirse mal y falleció. Tenía 50 años.  Flynn había envejecido mal, pero en el recuerdo de los miles de espectadores que se enamoraron del cine gracias a sus películas siempre será el apuesto Robin o el aguerrido capitán Blood de magnífica sonrisa, cuerpo esbelto y elegante bigote.

 

 

 

 

Errol Flynn escribió su autobiografía, que se publicó póstumamente con el título de “My Wicked, Wicked Ways”, en donde describe con detalle sus apasionantes aventuras de sexo, donde se movió siempre como pez en el agua....Existen muchos testimonios de actores y actrices, donde dan morbosos detalles de su famoso falo..

 

 

Está enterrado en el cementerio Forest Lawn Memorial Park, Glendale (Los Angeles).

 

 

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